martes, 14 de julio de 2009

Mano en paz

La hoguera del pueblo tiene

aún esparcidas sus aguas.

Ay, como el fuego se junte,

¿quién apagará sus llamas?

¿quién sujetará los bosques

del pueblo ardiendo en sus armas?



Tomad la mano que el pueblo

os ofrece en paz, tomadla.

No esperéis que se maduren

en el dolor las espadas.



Los diques también se rompen

bajo el martillo del agua;

el viento descuaja el árbol

por hondas que estén sus plantas;

y hay volcanes que deshacen

el pecho de las montañas.



Escuchad la voz de un pueblo

que busca la luz del alba,

con la paz en sus banderas

y el amor en sus gargantas.

No dejéis que se maduren

en el dolor las espadas.



Tomad la mano que el pueblo

os ofrece en paz. TOMADLA.